Endesa Exportación Encubierta de Hidroelectridad
Para muchos ya es sabido que Chile, enfrenta la dura y larga tarea de diversificar sus fuentes de energía, para asegurar un normal y satisfactorio suministro energético, acorde con el creciente desarrollo que presenta el país. Bajo esta óptica, de demanda energética, la creación de mega proyectos de hidroelectricidad, parece necesaria, sin embargo para los que ya hemos conocido el proyecto de Endesa en la Región de Aysén, y logramos ver más allá del manto de la incipiente demanda de energía, a primera vista podemos ver que el mega proyecto, exige una intervención devastadora de las cuencas.
Claramente dicho proyecto es incompatible con el objetivo de mantener a la Patagonia chilena como una reserva de la humanidad, las cuencas serán alteradas en forma brutal, predecible es la detención de las aguas del Baker y Pascua, en más de un tramo, la generación de sedimento, la destrucción de masas boscosas y la pérdida de la biodiversidad aguas debajo de la represa, por lo tanto, soy partidario de que antes de la aprobación de éste o cualquier otro proyecto que revista consecuencias negativas para nuestro entorno natural, se debata el tema a nivel de gobierno, se lleve a cabo un minucioso estudio de las cuencas, tal como señalará el programa de gobierno de la candidata presidencial de la Concertación Michelle Bachelet, quién establece la necesaria creación de una “Estrategia Nacional de Cuencas, tendiente a identificar en base a abundante información científica aquellas cuecas posibles de intervenir, de aquellas cuyo interés nacional es preservar, para así mitigar los impactos ambientales del crecimiento de esta forma energética convencional”.
Claramente estas condicionantes no se están dando en el proyecto de Aysén, por lo tanto, tenemos mucha tarea por delante, se hace imperioso comenzar por estudiar y analizar las cuencas, y de la mano de ésta nutrida base científica definir si se puede o no intervenir y que tipo de proyecto se puede ejecutar en esa cuenca. Por ahora, no es posible aceptar un proyecto que a primera vista impacta en forma tan brutal las cuencas de los ríos más caudalosos del país.
La gran sospecha que se salta a la vista, es que Endesa más que nutrir o abastecer de energía al país, esta creando un insumo energético vendible a otras latitudes, así entraríamos a otro escenario donde se trabaje en la exportación de energía, la transnacional Endesa, escucharía el llamado de la demanda energética en la región, y la energía sacada de nuestros causes abastecería a sus distribuidoras a lo largo de la región latinoamericana.
La verdad encubierta de darse este escenario, claramente tiene que ver en forma secundaría con las necesidades energéticas que tiene el país, y sobre ella, posicionándose una vez más su lógica globalizadora del mercado, quedando sólo en tierra chilena las externalidades, la destrucción del medio ambiente. Chile no se va a favorecer ni con la venta, ni con la producción de la electricidad, asumiendo el costo todos los chilenos. Quedando vulnerables a la pérdida de la industria del ecoturismo en Aysén, aquella industria sin chimenea que hoy puede entregar más divisas, trasformándose en una creciente fuente de empleo.
Es tarea de todos mirar más allá, estudiar muy detalladamente cada uno de los puntos que establece éste nuevo mega proyecto hidroeléctrico de Endesa, de tal modo de descubrir la exportación encubierta que nuevemente quiere impulsar una transnacional a costa de nuestros recursos naturales.
No se trata de ir contra la hidroelectricidad, sino de aquellos grandes proyectos que destruyen la naturaleza, en el caso de Aysén la inminente destrucción de las cuencas donde se instalan las represas, me lleva a exigir que se habrá el debate, para poder cambiar la lógica y primeramente comenzar por estudiar cada una de las cuencas y condicionar cada proyecto, por muy pequeño que sea éste a la capacidad que tiene dichas cuencas, no al revés como ocurre hoy.