El lavado verde, eco-lavado, blanqueamiento verde o greenwashing, como le dicen los que hablan inglés, es definido en Wikipedia como “Una forma de propaganda en la que se realiza marketing verde de manera engañosa para promover la percepción de que los productos, objetivos o políticas de una organización son respetuosos con el medio ambiente con el fin de aumentar sus beneficios”. Hoy en día, a este lavado verde lo podemos ver prácticamente en toda las publicidades que se emiten en la televisión, en las radios y en los periódicos.
Ya en el siglo pasado, Henry David Thoreau escribió en Walden, una de sus obras más conocidas, “Sea vida o sea muerte, solo anhelamos la realidad”. En este momento estamos viviendo un punto de inflexión como humanidad. La gran mayoría de los ciudadanos anhelamos saber la realidad, lo que efectivamente está sucediendo, pero los que están en el poder económico, político, científico y/o cultural buscan ocultar esa realidad por medio del lavado verde generalizado.
La pandemia y la crisis ecológica y climática existen porque los seres humanos las generamos. En el fondo se trata de la crisis terminal de nuestra civilización industrial. El lavado verde que invade todos los discursos y los mensajes de los dueños de este planeta nos indica que tienen miedo de que los ciudadanos conozcamos que no se puede crecer de forma ilimitada en una realidad planetaria que es finita.
¿Tendrán éxito en sus campañas para ocultar la verdad? No lo creo pues ahora está actuando un factor que escapa al control humano: la misma naturaleza que se cansó de esperar las correcciones que debíamos hacer como especie y que ha comenzado a actuar por su propia cuenta, sin pedirle permiso a nadie y menos que menos a los que ostentan el poder.
Hoy en Chile estamos viviendo un proceso de vacunación exitoso (innovación tecnológica) que convive con un sistema de salud colapsado con gente muriendo sin poder ser atendida (experiencia de innovación social fracasada).
¿Se puede ocultar esta realidad? Los que gestionan el poder nos muestran cifras de uso eficaz de los recursos empleados para combatir la pandemia pero la naturaleza (en este caso un virus de origen zoonótico) contradice estas cifras al considerar la eficacia que demuestra el Covid19 para contagiar y producir muertos.
Esta misma lógica es la que está ocurriendo en estos días con la muerte en cautiverio de millones de salmones en el sur del país.
El problema principal que tiene la acción del lavado verde es que quienes la practican buscan siempre traducir su acción en beneficios propios. El lavado verde es propaganda y publicidad pura. Si vemos la historia, la propaganda nazi logró que los ciudadanos alemanes no se dieran cuenta de los horrores de la política de exterminio hasta solo después de terminada la guerra…
Menos mal que los hechos que anuncian el fin de nuestra civilización industrial son hechos provenientes de la propia naturaleza. Todas las personas los podemos observar y sentir y por más lavado verde que algunos utilicen difícilmente puedan ocultar esta realidad.