En la reconstrucción de Chile, sería bueno construir comunidades “sostenibles”

de dzamorano
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Manuel Baquedano en Boyeruca (Región del Maule) ChileLos chilenos sabemos que tendremos meses y años para reconstruir parte de nuestro amado Chile, el cual fue sacudido tan fuertemente el pasado 27 de febrero, por un terremoto grado 8,8 en la escala de Richter, a casi un mes del desastre, vemos como cada día que pasa, entre nosotros hay mayor entendimiento y conciencia de los límites de nuestro planeta, incluso los ciudadanos más indiferentes, tendrán el deseo de minimizar el impacto de su vida sobre la tierra, ante un evento inesperado de la naturaleza, estamos todos sin distinción alguna expuestos a los cambios drásticos que pueden afectar nuestras vidas.

Sin duda que catástrofes de esta magnitud como la que ocurrió en Chile, implica un replanteamiento, tanto de la población, autoridades, gobernantes y líderes mundiales, ya que la civilización humana y su casa la madre tierra atraviesan desde hace algunos años una serie de conflictos que están desencadenando los desastres naturales que están haciéndose cada vez más frecuentes en diferentes partes del globo terráqueo , entre ellos el aumento excesivo de población mundial, el sobre consumo, contaminación, explotación de recursos, deforestación, las desigualdades.., cada uno saca sus conclusiones al respecto, algunos discreparán y otros coincidirán, pero lo cierto e que la mayoría estará de acuerdo, es  que si continuamos el mismo rumbo, donde el hombre con el sistema actual y la modernidad, lleva una dirección  insostenible para los tiempos próximos, notoriamente comenzaremos a ver como la calidad de vida y los servicios públicos sufren un deterioro progresivo, debido a los cambios que el planeta está accionando.

Porqué esta introducción, porque ciertamente cómo podríamos pretender construir comunidades sostenibles en las regiones de nuestro país, si no pensamos en que debemos tener un cambio y aplicarlo en todas las actividades y decisiones que tomemos, cuando hablamos de reconstruir las zonas afectadas ojala pensemos en soluciones definitivas y no en parches momentáneos, que son indignos para nuestra gente trabajadora. Chile, necesita colaboración, del sector privado así como lo ha demostrado el grupo de empresarios que se han unido en esta catástrofe para construir con calidad, visión de futuro, practicidad y cariño por nuestros compatriotas, las prioridades esenciales del pueblo de Iloca, son la muestra de ello, un centro educativo, que agrupa a varios colegios y un centro de salud. Nuestro país, necesita que pensemos con planificación y en base a eso debemos prestar ayuda  a los municipios afectados, juntas vecinales, organizaciones de sociedad civil, a fin de reconstruir una comunidad que sea pensada, planificada y ejecutada con un plan de construcción que vele por la sustentabilidad, seguridad y equilibrio ecológico.

Demostrar que en los núcleos regionales aún después del desastre natural (terremoto y Tsunami) acontecido en el centro sur de Chile, es posible seguir viviendo, trabajando y generando riqueza siendo respetuosos con el medio ambiente. Esto será posible si existe la voluntad de hacer las cosas bien hechas pensando a largo plazo y no en lo inmediato, con el apoyo de algunas instituciones, podríamos empezar a trabajar en la reactivación económica de los pueblos y ciudades afectadas, creando, tal vez un “centro de investigación y formación en actividades económicas sostenibles”, con la firme intención de recuperar la cultura de nuestra gente de campo, donde está la base de la ecología, con el propósito de mantener y mejorar la riqueza de la tierra, vivir con escaso consumo y conservar antiguas maneras de producir sin renunciar a técnicas modernas, sería el ideal para reconstruir nuestro Chile.

Poner en marcha proyectos que vinculen la “agroecología”, al pueblo con la escuela, bioconstrucción con tierra, energías renovables, proyectos de investigación y agricultura y ganadería ecológicas (pan, verduras, cereales y carne de cerdo y pollo). Comenzar una nueva forma de vida donde le den importancia a la producción ecológica y aprendan a difundir sus avances, incentivando el turismo ecológico a las zonas,  donde se sienten las bases de una “nueva cultura alimenticia, que fomente en sus habitantes “una cesta ecológica” “alimentos con responsabilidad social”.

Todos los habitantes a lo largo y ancho de Chile, deben plantearse la necesidad de un cambio en su forma sistemática de vida, el país está expuesto geográficamente y por la composición de  su territorio, a situaciones imprevistas que pueden implicar un desastre natural en cualquier momento, como terremotos, tsunami, volcanes, glaciares… que por separado o en conjunto son una amenaza para todo ser vivo y vida humana, ya que en un instante lo que llevó años construir, se puede convertir en nada, casas, caminos, ciudades, fábricas… es por eso que ahora que estamos con un hecho reciente que a afectado a una parte del país, es cuando debemos buscar una forma de vida más natural y armoniosa e interesada en la conservación de la naturaleza, dirigir nuestros pasos a restaurar un patrimonio natural y cultural en peligro de desaparición de una forma ecológica que contempla el medio ambiente en su reconstrucción es lo más acertado.

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