El impacto de los relaves mineros en la catástrofe norteña está aún por conocerse en toda su magnitud, a pesar de que el sector minero y autoridades gubernamentales han buscado minimizarla.
Columna de Manuel Baquedano en El Dínamo. Puede leerla también haciendo clic aquí
Si no hubiese sido por el desastre de las inundaciones del norte, particularmente en la localidad de Chañaral y el conflicto de la mina los Pelambres por el tranque de relaves en la localidad de Los Caimanes, el proyecto del sector minero de disponer los relaves mineros al mar habría pasado desapercibido para la opinión publica nacional.
Para el mes de junio, en Lima, está programado un taller con más de un centenar de participantes para avanzar con este proyecto de vertimiento de relaves mineros al mar. Entre los invitados figuran autoridades de Gobierno de Chile y Perú, de la Armada nacional, académicos y miembros del sector minero. Los anfitriones están agrupados en torno al “Consortium“, conformado por Antofagasta Minerals, Anglo American y la empresa de comunicaciones de las hermanas Velazco, Feedback, seguramente actuando como palo blanco de Codelco.
¿Cuál es el trasfondo estratégico de esta iniciativa? Hacer viable la explotación minera en la zona central del país, donde no existen terrenos seguros para instalar relaves mineros de gran magnitud, por lo que habría conflictos con la ciudadanía. Entonces… ¿Cuál sería la solución final que se está preparando? disponer los relaves en el mar.
La expansión minera no se llevará a cabo en el norte del país, que ya presenta síntomas de evidente saturación en relación a los relaves mineros y a la baja de la ley de los minerales. El impacto de los relaves mineros en la catástrofe norteña está aún por conocerse en toda su magnitud, a pesar de que el sector minero y autoridades gubernamentales han buscado minimizarla.
Es la zona central del país donde se pretende realizar la futura expansión minera. Las propuestas de la Comisión Luksic – Lagos sobre desarrollo de la minería “sustentable” y calurosamente acogida por la Presidenta Bachelett, apunta hacer viable la explotación minera en gran escala en esta zona densamente poblada y donde la agricultura ocupa un lugar destacado en sus territorios.
No vamos a entrar acá en argumentar en contra de esta iniciativa de verter los desechos al mar, diremos que está prohibida por todos los países industriales civilizados y desaconsejada por los principales organismo técnicos de las Naciones Unidas por su alto impacto ambiental.
Los ambientalistas no solo hemos estamos vigilantes ante esta iniciativa sino que ya hemos pasados a la acción. Con la ayuda del Senador Antonio Horvath y cuatro senadores de todas las tendencias políticas presente en el Parlamento y se ha presentado en el Senado una moción para la prohibición de todos los vertidos mineros al mar, moción que ha sido acogida a trámite.
Al igual como lo hicimos contra el proyecto Hidroaysen, con indudable éxito, hoy nos preocuparemos especialmente que todo candidato a representación pública tenga en su programa el rechazo a esta insensata iniciativa.
¿Vertido de relaves mineros al mar? No, gracias…