La estrecha relación del Medio Ambiente con la Economía
En los últimos años, el mundo ha sufrido varias caídas monetarias, afectando a algunos países más que a otros, el impacto en sus economías locales, ha ocasionado recesiones nacionales en diferentes sectores como el empleo, inmobiliario, transporte, energía, entre otros., la economía como tal viene alertándonos de la amenaza inminente de una crisis global que sufrirá la humanidad; hoy nos encontramos frente a una crisis financiera internacional, la cual ha evidenciado un quiebre en la estructura del modelo económico mundial; el “Sistema” no contempló todas las variables que debía; quedaron factores aislados como los ambientales y sus recursos (la crisis ambiental y ecológica, precede a la financiera), los cuales no fueron incorporados en las directrices del modelo económico. Hay que decir, que mucho tienen que ver “la tecnología y el confort” las cuales se han transformado en los principales componentes de la actual crisis, que tienen en una encrucijada a la economía y el medio ambiente, ya que las relaciones entre ambas, han cobrado importancia de un tiempo a esta parte, como consecuencia de las crisis energéticas y ambientales, asociadas a los procesos de desarrollo económico.
Si brevemente analizamos este tema, veremos que desde una perspectiva económica, los entornos naturales tienen sus funciones específicas: Proveer de insumos al sistema productivo; actuar como sumidero para los residuos resultantes de las actividades de producción y consumo; además de constituirse en el soporte de la vida al facilitar entre otras cosas la estabilidad eco sistémica y climática; por último, suministrar servicios de esparcimiento.
Por tanto la capacidad del ambiente natural para desempeñar ambas funciones es finita y tal finitud se relaciona con el nivel en que las actividades humanas “lo afectan de modo irremediable”.
Se evidencia con la realidad que la economía que domina al mundo ha cometido un grave error, por qué? Por “no considerar de manera explícita los recursos naturales y energéticos”, en el modelo económico, no es difícil deducirlo, porque no incorporaron en su marco analítico las funciones que estos recursos naturales desempeñan en la estructura y operación del sistema económico.
Debemos contemplar que la economía considera el proceso económico como un flujo “circular” aislado del medio físico, es decir, en el que no hay entradas ni salidas de materia y energía, en el que las empresas y las familias intercambian bienes, servicios y dinero; esta realidad nos demuestra el carácter mecanicista de la economía convencional, la cual centra su preocupación en el intercambio de bienes y servicios por valores monetarios, enfocándose hacia fenómenos reversibles, los cuales divergen profundamente de la naturaleza entrópica, de las actividades de producción y consumo que sustentan el proceso económico, esto es lo que se refleja en la crisis ambiental.
Chile está afectado indudablemente por la crisis, por más que tratemos de bajarle el perfil al tema, la economía está resentida y tenemos hoy escasez de recursos, falta de empleo, nuestras aguas son impactadas por la contaminación de las industrias y los desechos del sector minero, nuestras zonas agrícolas están siendo afectadas fuertemente por el cambio climático, y así podría seguir enumerando el deterioro que tenemos y la relación directa que ello implica en nuestra economía. Ahora, es el momento de reflexionar para actuar, porque es el “tiempo” de sentar las bases de una economía que aborde adecuadamente los problemas energéticos y ambientales, en donde todos conscientes de nuestra realidad nos enfrentemos al futuro con “una nueva mirada”, tomando en cuenta que toda transformación material es irreversible y da lugar a la generación de desechos físicos y energía disipada.
Existe la necesidad de elaborar planes que den cuenta adecuadamente de lo que ocurre en los procesos de producción de bienes y servicios y que contemplen tanto los recursos naturales y factores productivos como los productos y desechos asociados a estos procesos.
Fuente: http://www.eumed.net